Invierno, llegas frío,
puñal de plata.
Te metes en mi alma
con fina hoja.
Pareces silencioso,
y eres agudo,
cortante como arista
de roca altiva.
Eres en mi recuerdo
invierno suave
de castañas asadas
cocina roja.
En un claro del bosque,
la nieve cae
como paloma blanca
como algodón.
Arriba en la montaña,
su cima blanca
se vuelve inalcanzable
como mi alma.
Pero en mí madurez,
invierno blanco
remanso de paz
me traes tú.
¡¡¡¡¡Bueno ya estoy aquí!!!! Otra vez con esa sensación de cambio, ahora al invierno, que aunque no hace mucho frío ahora ¡¡¡¡¡¡pero lo hará, segurisimo!!!!!
